Pinche historia en la locura de este espanto. Pinche discusión donde no se entiende o no se dice nada, esto, insisto. Pinche embotamiento de la cultura, de la trágica palabra mal puesta. Trágica pinche palabra. Pinche escritura mal distribuida, mal concebida, cogida digo, cogida malamente en la noche de los cubitos de hielo amontonados, masticados estilizados. Pinches cubitos mal sazonados, heee!!! mal estetizados ¡carajo! en la insinuante musicalidad de la noche, esa noche, había historia. Pinche noche que no tenía personas, sólo rosas selváticas, arbóreas, mucilaginosas que encasillaban el hilo conductor de la discusión. Pinche hilo de mentiritas del chavo del ocho, de la una de la tarde sin soda, sin mirada, sin cultura desabotonada, sin mojones. Pinche culona arisca que no se dejaba fecundar amablemente ni poniendo cara de conejo, ni con dientes de ajo en los bolsillos. Pinche posibilidad de arrancar del marote esta astilla fundante. Pinches saquitos de té. Pinches colorantes, coloridos, acalorados. Pinches pichichos. Chinches chinchulines, churrascos, cucuruchos, larguiruchos, bla más fuerte que no te escucho.