martes, 25 de septiembre de 2012

EL ALACRÀN PUNGA - ÍNDICE




I
Cómo empezar a contar esta historia. Diciendo, tal vez, cuál es su objetivo princeps: decir quién soy.
Soy un ladrón.


II
El Lazarillo de Tormes. Lectura y re-escritura.


III
Proyecto de investigación social en grupos de jóvenes marginales de Santiago del Estero.


IV
Un escorpión, al verse sorprendido por mi hermano que justo salía del baño para ver un gol, echó a correr en dirección a una habitación, pero ya era tarde; había sido sorprendido a tras pie. Mi hermano, sin dificultad alguna, le dio alcance y lo mató.


V
Trabajo sobe la etimología de la palabra punga.


VI
Investigación bibliográfica acerca de las diferencias entre el alacrán y el escorpión. Se pueden incluir entrevistas a profesionales de la materia.


VII
Acerca de por qué en el título se incluye la palabra alacrán y no escorpión.


VIII
La historia de amor. ¿Dónde está la mujer? Robo porque no te tengo. No estás conmigo porque nadie te a de tener; no sos un objeto. ¿De qué se trata la historia de amor entonces? ¿Qué es el amor? El Lazarillo de Tormes: obra anónima. ¿Obra? ¿Anónima? El lugar del autor.  


IX
La música. Los pibes chorros como clásicos. ¿Qué escucha este personaje? 


X
Final y conclusión. Ambos. La muerte del alacrán. 

viernes, 21 de septiembre de 2012

Perro



I




me equivoco al escaparme
evidentemente
no me escapo

busco la presencia del fantasma
en ese lugar que me envuelve de parquedad
pero me escapo otra vez

ahora
las palabras
este último recurso

no se me ocurre otra cosa




II




escape erróneo
evidentemente
no se escapa

busca presencia fantasma
en un lugar
envoltura parquedad
se escapa

ahora

ya
mismo

palabras
último recurso

escape ocurrencia




III




no se escapa
pero es capa

no se pierde
pero habla

vuela




IV




El fantasma perro me traiciona no se encuentra adomeñado y frunce sus falanges aprisiona ya se ve que no es posible la gravedad del espectro su aparición inaugural su prurito en medio de una sanja llena de lodo y lluvia de ayer


viernes, 7 de septiembre de 2012

Malas Palabras - FIN


Hay escritores que hacen trampa; se los podría leer.

“… Mientras que el poeta extrae a la luz, en el proceso de investigación que constituye el desarrollo de su obra, la culpa de Edipo, nos obliga a una introspección en la que descubrimos que aquellos impulsos infantiles existen todavía en nosotros, aunque reprimidos. Y las palabras con que el coro pone fin a la obra: … miradle; es Edipo – el que resolvió los intrincados enigmas y ejerció el mas alto poder;- aquel cuya felicidad ensalzaban todos los ciudadanos- ¡Vedle sumirse en las crueles olas del destino fatal!, y estas palabras hieren nuestro orgullo de adultos, que nos hace creernos lejos ya de nuestra niñez y muy avanzados por los caminos de la sabiduría y el dominio espiritual. Como Edipo, vivimos en la ignorancia de aquellos deseos inmorales que la naturaleza nos ha impuesto, y al descubrirlos quisiéramos apartar la vista de las escenas de nuestra infancia…” 

miércoles, 5 de septiembre de 2012

Malas Palabras 5


     Se aniquila la metáfora. Parece presentificarse lo que se nombra. Se alucina, se re-vive “aquello”. Beber el cáliz alucinógeno de las malas palabras: usarlas, decirlas, hacer texto de ellas.

Pija, paja, taja, tajo, gajo, gato, gata, rata, rota, puta, puto, tuto, uto, oto, otro, orto, huerto, huerta, uretra, ura, pura, purga, parga, larga, verga, chorga, gorda, orda, poronga, toronja, naranja, sanja, panja, pangea, pajea, tajea, cajea, cajeta, jeta, jota, cota, colta, colcha, concha, conchuda, conchiliada, culiada, culiado, culiadora, chupadora, garchadora, pinchada, inchada, incada, incado, incago, cago, cagón, cagador; pito, teta, culo, pingo. Poroto urticante de la marica triste.

“…Y es que la leyenda del rey tebano entraña algo que hiere en todo hombre una íntima esencia natural. Si el destino de Edipo nos conmueve es porque habría podido ser el nuestro y porque el oráculo ha suspendido igual maldición sobre nuestras cabezas antes que naciéramos…”