cuando era grande
quería ser astronauta
pero terminé siendo doctor
bah
por lo menos
así me decían en la calle
-¡ahí viene el doctor!
-¡hola doctor!
-¡hola doctor, cómo le va, qué gusto verlo!
pero yo andaba en la luna
caminaba dando esos
saltitos flotados
y cuando me despertaba niño
siempre me asustaba
entonces me levantaba
sacaba la cuevita de mimbre
que tenía guardada
en un cajón del ropero
y me escondía
para siempre
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