Soy una perra,
a pesar de Hegel.
Alejandra Pizarnik.
Todo,
ajenjo y todo;
y sin embargo…
en el cordón cuneta de la
palabra
se ha adormecido un choborra
por hacerse el maestro.
La lluvia,
los olores,
los frascos de mayonesa,
todo,
derrámose en el vestido:
era una broma,
un truco,
un sólo chasco entre las
manos.
Era un ciego en la heladería,
pidió sandía con Isenbeck,
todo
se lo llevó puesto.
Y sin embargo,
aquí tamos:
sin almohadas,
sin sueño rem,
sin esparpajos,
despanzándonos de risa de la
plagiaria
con trapos y canastos
surtidos
y
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