esta Coca-Cola
no mejora
mi calidad
poética
la mamá
lo manda a comprar
medio de pan
una Sprite
y cuatro bayaspirinas
y
le cuestiona al volver
entré dice
pedí una Sprite
abrí la heladera
y saqué una Coca
a nosotros nos llega el reflejo del primer mundo
nos decía el profesor Soria
en los galpones de
una Coca-Cola a la mitad
un blues de fondo
y una siesta de invierno en Santiago
como algo posible
I Pood imaginario entre las manos de la gordita
la parada del colectivo en el reflejo de la puerta del café
una mesa con tres sillas en la vereda con la publicidad de Coca Zero
y esto de percibir
el representante de una marca
de productos ecológicos en Santiago
dice:
en la vida
tengo dos vicios
la Coca-Cola
y River Plate
hagamos un libro
me decía Guillermo
con la temática de Coca-Cola
y lo llevemos a la empresa
para que nos lo publique
le decimos que es un modo de hacer cultura
que no les cuesta nada
morocha sonriente
en la parte de atrás de la moto
sin casco
con una botellita de Coca entre la manos
se acaba la botella
y se acaba mi tiempo
mi tiempo de escribir
Piazzola y Coca-Cola
esta poesía
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