miércoles, 9 de noviembre de 2011

le pedí...


le pedí a mi psicoanalista

plata pa las putas


ella me dijo que no


yo le argumenté

que se la iba a devolver

con la guita de un premio

que iba a ganar cuando

presente este poema

(lo cual es una mentira porque

en realidad le dije que no sabía

si se la iba a devolver)

(en ese momento no pensaba

en el poema; pensaba en las putas)

entonces saqué mi cuaderno

y empecé a escribir el poema

éste

ante la mirada rePROvadora de

mi analista

¡dejame! ¡dejame!, le dije

¿no ves que soy un poeta?

y ella me miró con cara de que no


-aquí se termina la cesión- dijo

-llamame cuando te decidas


¿decidirme a qué?

¿y por qué esto es un poema y no un cuento?


cerré mi cuaderno

(mentira, ni siquiera lo había llevado)

(de hecho, hacía rato que había dejado de

ir al análisis)

y salí


fue esa noche (ahora) que me levanté a escribir este

poema

sin plata

sin premio

sin analista

y sin putas


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