Ante
la palabra tabú, doble es el poder: obliga al “bien decir” amable y
tranquilizador a la vez que prohíbe nombrarlas evitando el “Divino terror”.
Pito. Chirlo en la jeta. Reto. Reprensión.
Reprimenda. ¡Nunca más! Cosita de hacer pipí. Pipí. Papá. Mamá. Casita. Jardín.
Papá fuma la pipa. Mamá fuma la pipa de papá. La pipa de mamá. Y el pipí. Y mi
papá. ¿y el popó? ¡Hay, estos chicos son terribles! ¡Qué chico bueno! ¡Buen
alumno! Que chico más pelotudo (nunca se dijo). Educado. Buen mozo. Roperito
lustrado. Mesita de luz. Ravioles. Asado. La primera comunión. Las manitos
juntas. El rezo. Las compañeritas. Las polleritas. Las monjas. Los curas.
A-oscuras. El confesionario. ¿Te hacés la paja? Sí Padre. Padrenuestros. Avemarías.
Glorias. Gloria, Carla y Mariana estudian Psicología: son buenas chicas.
“El
niño toma también parte en la fábula, pues hay uno que, al ver pasar al rey,
exclama: Pero, ¡si va en cueros!”
“…el
carácter sagrado que hemos reconocido a los preceptos del Decálogo vela nuestra
facultad de percepción de la realidad, y de este modo no nos atrevemos casi a
darnos cuenta de que la mayor parte de la Humanidad infringe el cuarto mandamiento…”
hubieses puesto cual es el cuarto mandamiento y lo hacias completo, ahora me tengo que ir a buscar cual es!
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